La princesa Kate reveló recientemente que su hijo mayor, el príncipe George, de 12 años, posee un conocimiento sorprendentemente profundo en lo que respecta a aviones. Mientras hablaba de su familia con veteranos de guerra durante un evento del Día del Armisticio en el National Memorial Arboretum en Staffordshire, Kate admitió: “George sabe mucho más sobre aviones que yo”.
Esta revelación arroja luz sobre una pasión que ha sido evidente en el Príncipe George durante años. En 2017, cuando tenía solo tres años, Kate reveló que la fascinación de George por los aviones rayaba en la obsesión y expresó su deseo de convertirse en cadete aéreo.
Si avanzamos hasta 2023, parece que este interés infantil se ha convertido en algo más profundo. La declaración de Kate sugiere que el Príncipe George va más allá de un simple gusto por los aviones; profundiza en los detalles de modelos de aviones específicos. Esto es evidente en su particular afición por los kits Airfix y el bombardero Lancaster, como mencionó durante su conversación con veteranos, incluido Geoffrey Spencer, de 100 años, quien voló este mismo bombardero durante la Segunda Guerra Mundial.
Esta dedicación a la aviación se alinea con una fuerte tradición familiar. En 2024, el príncipe William insinuó que George seguiría sus pasos y lo llamó “un piloto potencial en ciernes”. El comentario no fue una mera especulación; Poco después le siguieron informes de que George tomó su primera lección de vuelo en White Waltham Airfield, donde, según se informa, quedó encantado con la experiencia con un instructor.
Los testigos incluso describieron el entusiasmo de George, y uno le dijo a The Sun : “Le encantó. Es el momento adecuado para empezar”. Otro informante sugirió que el Príncipe George estaba siendo cuidadosamente educado en este legado familiar: “La Familia Real tiene una orgullosa tradición de volar y parece que George es el siguiente en la fila… Sus padres vieron a George emprender el vuelo desde la seguridad del suelo, pero él voló con un instructor y le encantó”.
El creciente interés del príncipe George por la aviación parece ir mucho más allá de la fascinación casual de su infancia. Su conocimiento, que supera incluso el de su madre, subraya un compromiso serio que probablemente se cultivará aún más a medida que crezca, continuando el legado de vuelo de la familia real.
