Avance en el cáncer de pulmón: potenciación de la inmunidad con transferencia mitocondrial

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El cáncer de pulmón sigue siendo la principal causa de muertes relacionadas con el cáncer a nivel mundial, y el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) representa la gran mayoría de los casos. Si bien la quimioterapia suele ser la primera línea de defensa, su eficacia está cada vez más limitada por los efectos secundarios tóxicos y la creciente resistencia a los medicamentos. El problema clave es que la quimioterapia también debilita el sistema inmunológico, lo que dificulta que el cuerpo combata el cáncer a largo plazo. Los tumores suprimen activamente la inmunidad al secuestrar las fuentes de energía de las células inmunitarias, lo que deja a los pacientes con menos opciones.

Investigaciones recientes ofrecen una posible solución: aumentar directamente la energía de las células inmunitarias mediante el trasplante de mitocondrias funcionales. Este enfoque, publicado en Cancer Biology & Medicine por científicos de la Universidad de Tongji y la Universidad de Nantong, podría restaurar la capacidad del sistema inmunológico para combatir el NSCLC y al mismo tiempo hacer que los tumores sean más susceptibles a la quimioterapia.

Cómo funciona la transferencia mitocondrial

Los investigadores tomaron mitocondrias funcionales de células cardíacas humanas sanas (cardiomiocitos), conocidas por su alta producción de energía, y las trasplantaron a modelos de tumores de NSCLC. Las mitocondrias por sí solas no tuvieron ningún efecto sobre las células cancerosas, pero cuando se combinaron con el medicamento de quimioterapia cisplatino, amplificaron dramáticamente su efectividad. El tratamiento redujo a la mitad la cantidad de cisplatino necesaria para matar las células cancerosas, reduciendo los tumores de manera más agresiva en ratones y aumentando la infiltración de células inmunes.

No se trata sólo de fuerza bruta; La transferencia mitocondrial cambia fundamentalmente el metabolismo del tumor. Invierte el “efecto Warburg”, donde las células cancerosas favorecen la producción ineficiente de energía, obligándolas a depender de una fosforilación oxidativa eficiente. Esto debilita el tumor y al mismo tiempo energiza las células inmunitarias, incluidas las células T y las células asesinas naturales.

Revertir la supresión inmune

El estudio también demostró que la transferencia mitocondrial restauraba la actividad mitocondrial en las células inmunes, permitiéndoles funcionar a plena capacidad. Esto es fundamental porque la quimioterapia a menudo daña estas células, dejando a los pacientes vulnerables a una recaída. Lo más importante es que el tratamiento no aumentó la toxicidad, preservando la salud de los órganos y el peso corporal.

“Al reponer las células inmunitarias con mitocondrias funcionales, no solo mejoramos su energía, sino que también restauramos su capacidad de lucha”, explica el Dr. Liuliu Yuan, investigador principal. “Al mismo tiempo, las células tumorales se vuelven más vulnerables a la quimioterapia. Es como rearmar el sistema inmunológico y al mismo tiempo desarmar el tumor”.

Implicaciones para el futuro tratamiento del cáncer

Esta investigación sugiere un nuevo paradigma terapéutico: integrar la transferencia mitocondrial con los tratamientos contra el cáncer existentes para superar la supresión inmune y la resistencia metabólica. Si bien se necesitan más ensayos clínicos, este enfoque es prometedor no sólo para el cáncer de pulmón, sino potencialmente para otros cánceres en los que la disfunción inmune es una barrera importante para el éxito. La capacidad de energizar tanto el sistema inmunológico como los medicamentos de quimioterapia podría remodelar la atención del cáncer, yendo más allá de las limitaciones actuales y hacia una nueva era de restauración bioenergética.