Serena Williams: La disciplina en la cancha se traduce en paternidad

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Serena Williams, ampliamente reconocida como una de las mejores tenistas de todos los tiempos con 23 títulos de Grand Slam en su haber, es conocida por su inquebrantable disciplina y dedicación. Estas cualidades, perfeccionadas a través de años de riguroso entrenamiento, ahora se extienden perfectamente a su papel de madre de dos hijas, Olympia (8) y Adira (2), a quienes comparte con su esposo Alexis Ohanian.

Hablando en la Gala Baby2Baby en Los Ángeles, Williams admitió con franqueza que dejar a sus hijos por compromisos laborales puede ser particularmente desafiante. “Bueno, esta noche definitivamente fue un poco más difícil”, compartió con la revista PEOPLE. “No me gusta dejar a mis hijos”. ¿La razón? Un ritual nocturno cuidadosamente elaborado que ella insiste en mantener cada noche. “Tengo una rutina nocturna con ellos todos los días”, explicó Williams.

Este compromiso con la coherencia subraya la importancia de la estructura y la rutina para fomentar hábitos de sueño saludables, un principio reconocido tanto por los padres como por los expertos en desarrollo infantil. Los estudios demuestran consistentemente que la calidad del sueño tiene un profundo impacto en la felicidad, el estado de alerta, la función cognitiva, la regulación emocional y el bienestar general de los niños. La dedicación de Williams a este ritual nocturno refleja su profunda comprensión de su significado.

Curiosamente, este enfoque inquebrantable refleja el enfoque disciplinado que aportó a su carrera tenística. En una entrevista anterior con CNBC, Williams trazó paralelismos entre las exigencias de los deportes profesionales y el éxito empresarial: “El tenis se juega todos los días, hay que hacerlo todos los días. Hay que entrenar, y los negocios son iguales. Es exactamente lo mismo. Hay que ser muy disciplinado. También hay que tener determinación en los altibajos, estar decidido a seguir adelante”. Esta concentración nítida también se traduce claramente en su estilo de crianza.

Williams expresa abiertamente su orgullo tanto por sus logros deportivos como por su papel como madre. Al describirse a sí misma como “una madre maravillosa” en una entrevista con la revista Time para su lista de las 100 personas más influyentes, enfatizó: “Creo que nosotras, como mujeres, no nos damos crédito, pero soy una gran madre. Realmente lo soy. Hago de todo. Este año estoy volviendo loca a la mamá de la escuela de Olympia”. Esta seguridad en sí misma, combinada con su compromiso de crear un ambiente hogareño estructurado y enriquecedor para sus hijos, pinta el cuadro de una madre ferozmente devota e innegablemente eficaz.

La inquebrantable dedicación de Serena Williams a la disciplina, evidente en su legendaria carrera tenística y ahora aplicada meticulosamente a la maternidad, subraya el poder de la coherencia y la estructura para lograr el éxito, tanto en la cancha como en casa.