Investigaciones recientes revelan un cambio significativo en la forma en que los jóvenes estadounidenses ven el matrimonio. Según un estudio del Pew Research Center, en 2023 sólo el 67% de los estudiantes de último año de secundaria esperan casarse algún día, lo que supone un fuerte descenso respecto del 80% que decía lo mismo en 1993. Esta tendencia es particularmente pronunciada entre las niñas, cuyas expectativas han caído aproximadamente un 22% durante el mismo período, mientras que las opiniones de los niños permanecen prácticamente sin cambios.
Por qué esto es importante
No se trata sólo de números. Refleja un cambio cultural más amplio en el que hitos tradicionales como el matrimonio ya no son suposiciones automáticas para las mujeres jóvenes. En cambio, están priorizando la independencia, la realización personal y el autodescubrimiento antes de considerar compromisos a largo plazo.
Hallazgos clave del informe
- Interés decreciente en los niños: La proporción de adolescentes que “muy probablemente” quieran tener hijos si están casados también ha disminuido, del 64% en 1993 al 48% en 2023.
- Puntos de vista cambiantes sobre el compromiso de por vida: Menos adolescentes creen que permanecerán casados toda la vida. Sólo el 51% espera ahora un matrimonio para toda la vida, en comparación con el 59% en 1993.
- La brecha de género: El cambio más sorprendente es la disminución de las expectativas matrimoniales entre las niñas, mientras que las opiniones de los niños se han mantenido relativamente estables.
Lo que dicen los adolescentes
Las interacciones con los jóvenes revelan que el matrimonio simplemente no está en sus mentes. Priorizan la construcción de sus propias identidades, la obtención de independencia financiera y el establecimiento de bienestar emocional antes incluso de considerar compromisos a largo plazo. Un adolescente describió la edad adulta como “reservar mi propia cita con el médico” en lugar de planificar una boda.
Cuando se habla del matrimonio, a menudo se enmarca a través de la lente del estatus social o la influencia de la marca, como se ve en la cultura de los influencers, en lugar del romance o la vida familiar. Los adolescentes priorizan las relaciones auténticas, la seguridad emocional y la confianza sobre las estructuras legales.
Lo que los padres necesitan saber
Si tienes un hijo adolescente, el hecho de que el matrimonio no sea una prioridad para él no significa que esté rechazando los valores familiares. Significa que están priorizando el autodescubrimiento y la independencia. En lugar de centrarse en cuándo se casarán, explore por qué el matrimonio es importante para usted y si es importante para ellos.
Las conversaciones abiertas sobre lo que representa el matrimonio en su familia, cómo es el compromiso saludable y de dónde provienen esas creencias pueden ser más valiosas que simplemente asumir que seguirán un camino tradicional. Amplíe la conversación más allá del matrimonio para discutir sus objetivos de vida más amplios, su independencia financiera y su bienestar emocional.
Conclusión
El matrimonio ya no es la suposición predeterminada para los jóvenes estadounidenses, especialmente para las mujeres jóvenes. Se hacen nuevas preguntas, sueñan en grande y eligen futuros que les parecen auténticos. Esto no es un rechazo al compromiso; es una redefinición de lo que más importa
